En tierras fértiles, pero de edificios cada vez más modernos en el contexto urbano, en un crecimiento desordenado y tal vez anárquico, la expansión urbana le ha ganado a lo natural, escasamente 0,8 mts2 por habitante es lo que nos permite recrear la vista y ver un paisaje casi imperceptible, siendo menor este número a lo sugerido en ciudades desarrolladas, además de la inexistencia de una isla verde que nos permita salir del calor del Sur del Lago de Maracaibo, es lo que a diario contemplamos en nuestras calles y avenidas, donde pocos árboles y arbustos importados por el intercambio cultural son los que adornan nuestras escazas avenidas.
La planificación del arbolado urbano en el contexto de nuestro municipio, se hace con iniciativas propias de la zona y de propuestas aisladas de ciudadanos alejados del contexto de lo autóctono, sin el acompañamiento de políticas ambientales que en rumben la realidad de lo necesario, desde el punto de vista técnico, y donde el valor actual carece de la idoneidad que se requiere para un ornato y paisajismo, de embellecimiento y realce, de pertinencia y de los aspectos medioambientales necesarios. Sin embargo, nos acostumbramos a ver poco verde en nuestro transitar diario, pero no por eso dejamos de pensar en calles y avenidas con mayor valor estético y paisajístico, que también es un indicador de calidad de vida lo positivo y de impacto visual en el sentido inverso.
En el municipio que nos merecemos, debemos buscar configurar una mejor fisionomía de la ciudad y de orden en el medio ambiente urbano, además mostrar y darle valor a los beneficios ambientales, económicos y sociales que este apartado nos permite. Y solo desde el aspecto ambiental, contribuiríamos en la purificación del aire, en la regularización de la temperatura aportando beneficios microclimáticos y la reducción del ruido del tránsito entre muchos otros, que ya es bastante ante el clima de esta privilegiada zona. El valor hedónico visual, es otro aspecto de interés ante la conurbación creciente y los aspectos sociales del día a día, es por esto que debemos como ciudadanos hacer de que la recuperación del arbolado urbano y de su real mantenimiento, no solo sea una propuesta de momento, sino una línea estratégica en los planes y programas de la administración pública local y de las empresas como parte de su responsabilidad social, sino además hacerla parte de nuestro deber cívico y de esta generación. Una propuesta es el Plan Ambiental Sostenible, donde están plasmadas las políticas ambientales necesarias para el desarrollo del arbolado urbano y de algunos otros aspectos medio ambientales de carácter necesario e imperante ante las realidades ambientales locales y mundiales, sin embargo, esta no es una receta única, también se requiere de la participación de todos en esta invaluable pero muy necesaria acción de recuperación de nuestros espacios.
El Municipio que nos merecemos, es donde existan más obras ejecutadas y no solo un cementerio de propuestas y sueños.
Publicado en el Diario Los Andes de El Vigía el día Martes 13 de Diciembre del 2016 Pág. 06
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