El Embaulamiento del Caño Bubuqui, es un proyecto planteado hace más de 20 años, por el antiguo Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales (MARN), con el propósito de ser empleado como un canal colector de aguas de lluvia y paralelo al canal trapezoidal de concreto, existiría un tubo habilitado para el encause de las aguas servidas, de los barrios adyacentes al recorrido. El MARN, en la elaboración del proyecto, afecto y expropio las bienhechurías existentes para la época y produjo el retiro reglamentario para el cauce del caño, en el cual planteaba un parque con caminerías, canchas deportivas y arborización del centro de la ciudad, quedando de esta manera áreas de retiro del mismo; lo cual en la actualidad, representa un alto riesgo porque esos espacios fueron tomados ilegalmente por ciudadanos, construyendo viviendas y desarrollando actividades comerciales en estos espacios, siendo estas viviendas afectadas por eventos hidrometeorológicos eventuales o cíclicos en la ciudad de El Vigía y que afectan a sus ocupantes de manera drástica en sus ocurrencias. Como consecuencia del crecimiento anárquico e ilegal de la ciudad y del deterioro de pavimentos asfálticos y de concreto, la capacidad de absorción del suelo ha disminuido y las escorrentías de la vialidad urbana y de techos, hacen que la capacidad de diseño hídrico del canal en algunos tramos, sea rebasada, produciendo siniestros en los inmuebles aledaños e invasores de las zonas protectoras, y de lo que se constituiría como parque, además que el sistema colector de aguas servidas solo se construyó en pequeñas partes, pero el resto de las viviendas cercanas tienen descargas directas al curso del caño, en otros casos las descargas de urbanizaciones y sectores (cercanas a 350 descargas en todo el tramo de 13 kilómetros). La situación antes descrita, hace que recurrentemente producto de lluvias eventuales, se produzcan emergencias en las márgenes del caño, produciéndose así, daños severos en algunos tramos del canal trapezoidal de concreto, y que su estado es precario en algunas zonas, y en otras las acciones del agua y la erosión han afectado significativamente las obras de ingeniería desarrolladas. Otros aspectos de relevancia en estos espacios, es el crecimiento de la vegetación de gran porte, el cual también afecta las obras de embaulamiento y representa un alto riesgo a las viviendas que se encuentra en sus márgenes.
En EL MUNICIPIO QUE NOS MERECEMOS, debemos apuntar a que se reconstruya el canal trapezoidal del embaulamiento y que se genere una propuesta arquitectónica humanizada, como sería la construcción de una ciclo vía en todo el canal, lo que significaría, tener un sistema colector de aguas servidas eficiente, un caño sin riesgos para los habitantes de zonas aledañas y un área de recreación y esparcimiento que recorra la ciudad, mejorando significativamente la calidad de vida de todos los habitantes.
En el municipio que nos merecemos, se proyecta el futuro pensando en cada uno de sus habitantes. Eso, es lo que nos merecemos.
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