La progresiva modernización de los últimos años ha traído como consecuencia un mayor nivel de ruido en nuestro entorno. El ruido se manifiesta en ciudades debido sobre todo a las industrias, los transportes, las instalaciones, funcionamiento de electrodomésticos en las viviendas, actividades de ocio y el comercio en general. Es cierto que, por regla general, los diferentes tipos de ruidos anteriormente reseñados no producirán daños físicos graves a las personas (sordera), pero, si los niveles son suficientemente elevados van a producir molestias tales como imposibilidad de conciliar el sueño, irritabilidad, y a la larga problemas psicológicos a las personas de gravedad consideradas. El nivel de ruido es una molestia principalmente producida en zonas urbanas donde la densidad de población es mayor y es en las grandes ciudades y municipios uno de los problemas que se destaca como prioritario en cuanto a la gestión del medioambiente urbano.
El objetivo de la mejora del ambiente acústico de nuestras ciudades debe pasar necesariamente entre otros por la comprobación actual de la situación en cuanto a ruido del municipio se refiere, de la exposición a la que están sometidos los ciudadanos, y de la superación de los niveles sonoros fijados por legislación en cuanto a áreas de sensibilidad acústica definidas en un municipio. Por otra parte la municipalidad debe conseguir un equilibrio entre el desarrollo de la ciudad: funcionamiento de comercios, explotación de industrias, actividades de ocio y servicios, y el derecho al descanso. Para llegar a ese desarrollo sostenido con los medios óptimos se precisa de un marco que permita evaluar la gestión más adecuada y en este caso el MAPA DE RUIDOS DE LA CIUDAD es una herramienta para conocer, y en un futuro próximo tomar acciones municipales que permitan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Los habitantes de una ciudad están expuestos a diversas fuentes sonoras, tales como el transporte, las actividades laborales, las actividades de ocio, etc. pero entre ellas, la principal fuente emisora son los vehículos. El motor y el rozamiento de las ruedas con el pavimento provocan niveles de ruido en las calles de la ciudad que a menudo superan los límites máximos recomendados e incluso permitidos, como ya lo muestra un estudio preliminar que se ha realizado y que muestra que el 80% de los niveles de contaminación acústica sobrepasan los 85dB de ruido en la ciudad de El Vigía solo en las arterias viales y en el centro de la ciudad donde estos niveles son aún mayores debido a las actividades propias de la zona.
En el municipio que nos merecemos, debemos procurar no solo diagnósticos de calidad para conocer el estado actual del medioambiente en nuestro municipio, sino también, para buscar alternativas que permitan mitigar los impactos sobre nuestros habitantes. La Organización Mundial de la Salud establece que el límite promedio aceptado de ruido es de 65dB y en promedio como ya se expuso, en la ciudad es de 85dB, lo que nos hace buscar alternativas coherentes y claras para la minimización de este también flagelo ambiental, políticas ambientales claras son una necesidad en nuestra ciudad y municipio, para poder de esta manera tener un mejor espacio donde desenvolvernos.
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