Conductores, peatones, personas con discapacidad, buhoneros y mobiliario, son solo algunos elementos de quienes batallan a diario por su espacio en la ciudad, el más fuerte logra hacerse del espacio que nos corresponde a todos y la mirada desdibujada de los organismos acentúa aún más la crisis. Muchos hablan del derecho a la ciudad, pero la realidad es que este derecho queda siempre subordinado a quien haga cumplir las leyes y normas para estos casos.
En Ley de Tránsito Terrestre en su Artículo 170 indica.” Serán sancionadas con multas de cinco Unidades Tributarias (5 U.T.), sin perjuicio de las sanciones establecidas en esta y otras leyes, quienes incurran en las siguientes infracciones: -Estacionar en lugares prohibidos por el Reglamento de esta Ley o en zonas demarcadas y señalizadas para vehículos y equipos de emergencia y prevención, u obstruir sus accesos. -Reservarse sin autorización espacios de vía pública con fines personales o comerciales.” Y en su Reglamento de Ley de Tránsito Terrestre en su Artículo 275. “Queda prohibido estacionar y es agravante: -Sobre una acera o sitio destinado exclusivamente al tránsito de peatones. -Frente a una entrada de garaje. Artículo 313. Queda prohibido utilizar las aceras o sitios destinados al tránsito de peatones como depósito de materiales, así como botar o dejar sobre la vía pública, clavos, latas, piedras u objetos que pongan en peligro la seguridad del tránsito.” Y en la Ordenanza sobre Normas de Convivencia Ciudadana en los Espacios Públicos y Privados en el municipio, en el artículo 30 menciona algunos otros aspectos de interés como lo son “Lit. 7. No obstaculizar las salidas de estacionamientos públicos y privados, así como transitar o estacionar vehículos en vías peatonales, obstaculizando el libre tránsito sobre las aceras. Y lit.8.- No obstaculizar las zonas definidas como paradas del transporte público.”
Ahora bien, en El Vigía vemos como el comercio informal y los vehículos le han ganado la batalla a las leyes y al peatón, es bajo la mirada ciega de los organismos de seguridad y de la municipalidad como día a día vamos perdiendo el poco espacio para quienes disfrutamos caminar o solo transitar para ir a nuestros puestos de trabajo o comprar en algún comercio. El comercio informal gana una parte del espacio con la venia de la municipalidad y con permisos de economía informal donde los impuestos son irrisorios, y los conductores por su parte se creen dueños de las aceras e impiden en otros tantos lugares el libre tránsito, al estacionar sus vehículos donde les plazca y esta mezcla de inconsciencia hace que nuestro riesgo sea incalculable cuando tenemos que luchar por caminar por la calzada y no por el espacio natural para ello que sería la acera peatonal. Existen también otros elementos de obstrucción circunstanciales y desafortunadamente frecuentes que interrumpen la circulación, como la basura en bolsas o contenedores de distinto tipo, las fracturas en el material que conforma la acera, los escombros de esta o aquella construcción, también, hay un tipo de obstáculo que ocurre principalmente en áreas residenciales y son las especies vegetales mal seleccionadas y ubicadas, lo cual lleva a que sufran la agresión, en forma de ramas partidas por ejemplo, de los transeúntes molestos porque les interrumpen el paso.
¿Quién es responsable de velar por la integridad de este importante elemento del espacio público? Pues debe ser responsabilidad municipal, el gobierno local debería atender a esto. Que la acera exista y en las condiciones requeridas para que sea un lugar de tránsito seguro para los peatones. Es una necesidad para el buen funcionamiento de la ciudad. Yo lo exijo porque ese espacio público es mi espacio, es mi acera.
En el municipio que nos merecemos, la convivencia de todos los que hacemos vida en la ciudad es nuestra principal virtud, donde entendamos que la ciudad es de todos y que podemos disfrutarla a nuestra manera y sacar el mejor provecho de nuestros espacios públicos sin violentar los derechos de los demás. También, debemos ser consientes que la ciudad no se construye desde las instituciones, la ciudad se construye desde el ciudadano, pudiendo dar mejores resultados sensibilizando a quienes la deterioran de forma inconsciente solo por satisfacer sus necesidades.
コメント