Venezuela también fue conocida por tener una de las mejores redes viales de la región, pero esto fue hace más de 30 años, porque actualmente se encuentra en un estado precario en el que ha venido desmejorando a ritmo sostenido, acelerado y en la última década se ha hecho aún más evidente.
Para resolver este problema o al menos mitigarlo, es preciso conocerlo en profundidad y de igual forma en los diferentes niveles de gobierno colocar de su gestión y voluntad en solventarlo. Las principales características de este grave problema son las siguientes: 1. La capacidad volumétrica de la red vial está completamente rebasada; en los últimos 20 años no se han construido más de 1% de la red vial en carreteras nuevas, y en nuestro municipio desde la construcción de la Av. Don Pepe Rojas no existe ningún registro de nueva vialidad, aun cuando es uno de los motores fundamentales del desarrollo de la Zona Sur del Lago y del establecimiento de la ciudad de El Vigía en esta ubicación. 2. La capacidad estructural está muy comprometida, donde se requieren rehabilitaciones mayores como remoción y restitución de importantes espesores de carpeta asfáltica, en casi toda la red, y las rehabilitaciones menores (Bacheo Superficial) a las que estamos acostumbrados ver por parte de las municipalidades solo tienen una duración típica de un año o hasta la próxima temporada lluviosa, dada la calidad y el tratamiento previo que se realiza para su colocación. Esta capacidad no incluye a los puentes, cuyo problema es de tal magnitud que merece ser tratado aparte y manejado con unas características particulares debido a su complejidad, como el caso del Puente Chama o del puente provisional en Quebrada la Virgen. 3. No existe control de cargas vehiculares. Ni el mejor material de construcción podría soportar a mediano plazo el daño producido por cargas por encima de la normativa, las cuales son infringidas a diario por el desplazamiento de vehículos que no se ajustan a la norma. 4. Desde hace ya algunos años, no se realiza una medición de la frecuencia y composición del tránsito en la red vial, ni en el estado y mucho menos en el municipio, donde la última data de 1982 realizada en trabajos previo a la propuesta de Plan de Desarrollo Urbano Local del Municipio. También es de resaltar, que la medición de la frecuencia, composición e intensidad de carga vehicular en el tiempo, es también una variable fundamental para el diseño y mantenimiento de la red vial (urbana y nacional). 5. De igual forma, son muy poco comunes los procedimientos de medición de la condición estructural de la carretera, y los que se llegan a hacer son con tecnología desactualizada, en el municipio no existe un estudio de este tipo ni previo a 1982. Por las razones anteriores, los proyectos de rehabilitación, si es que se llegan a hacer, no son fiables para construir estructuras de pavimento que no sean vulnerables a las características del tránsito vehicular de tan importantes arterias viales como la Troncal 001 (Panamericana), la Arterial 002 (Tramo Mérida – El Vigía) por la Palmita, Troncal 007 (“Autopista” Rafael Caldera) y la Local 002 (El Vigía – Santa Bárbara), además de los sistemas colectores y locales, que son el eje vial del Occidente del país y de la Zona Sur del Lago. 6. En los actuales momentos, en Venezuela no se cuenta con alternativas para las carreteras. Solamente existe un nivel de calidad, y es el que proporciona el gobierno, donde usualmente existen una o dos alternativas para llegar de un punto a otro, limitando así la calidad del servicio a presupuestos menguados al pasar los años. 7. Para el diseño de mezclas asfálticas no se realizan pruebas de desempeño que simulen las condiciones de carga que produce el tránsito vehicular y son ofrecidas estas mezclas por empresas particulares que no cuentan con los requerimientos técnicos para la elaboración de estos agregados. 8. Las plantas que elaboran la mezcla asfáltica no poseen laboratorios, por lo tanto no realizan ensayos sobre el ligante asfáltico suministrado por PDVSA, lo cual es de vital importancia para la calidad del material a ser implementado.
En el municipio que nos merecemos, debemos plantear una propuesta de envergadura donde los niveles de gobierno comprendan la importancia de la vialidad para el municipio y para el occidente del país, la rehabilitación total es casi inminente y los pañitos de agua tibia son solo medidas temporales para el grave problema que enfrentamos, la corrección oportuna es un sinónimo de menor inversión, a lo cual en los actuales momentos es de gran importancia para la toma de decisiones.
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