Desde el enfoque legal, la recolección de los residuos sólidos es potestad de los municipios y la disposición final de los mismos, es responsabilidad de los gobiernos regionales. Ahora bien, cuando vemos de manera preocupante el inminente colapso del vertedero donde ahora se realiza la disposición final en nuestro municipio, nos tenemos que inquietar y ya no hacernos preguntas, sino más bien buscar soluciones verdaderamente efectivas, ya que vimos hace poco menos de 10 años como en el Municipio Libertador de este estado, buscaban una mejor alternativa para una situación similar que se les presento y que actualmente no fue la mejor decisión, desde el punto de vista técnico y desde los impactos medioambientales que ha generado la nueva ubicación de su vertedero. Nuestro municipio alberga el vertedero, donde se disponen los residuos de otros cinco municipios (MACUMO), como que si las más de 7200 toneladas mensuales que generamos no fueran suficientes, es por eso que hasta este aspecto debemos medirlo de una forma cuantitativa y cualitativa, viendo nuestros intereses como sociedad de progreso y evaluando la pertinencia de continuar soportando tanta cantidad de residuos y los impactos asociados, en su traslado, tratamiento y clausura futura del espacio que se empleara para esta disposición final. Por lo cual debemos ser conscientes de los impactos asociados al depósito de más residuos propios y foráneos en nuestro territorio, sin una visión de transformación y de mitigación de los impactos socioambientales vinculados.
En el municipio que nos merecemos, debemos plantear la recolección de residuos sólidos con separación en el punto de origen, teniendo como principio el reciclaje, la reutilización y el reuso, lo cual generaría empleos e ingresos con el solo hecho de disminuir los residuos, además del paso agigantado en educación al ciudadano en la construcción de una nueva identidad social y ambiental. El establecimiento de una planta de reciclaje, debe ser el norte de las políticas públicas en materia de residuos sólidos, aun cuando la recolección pueda presentar deficiencia por las diferentes causas económicas, políticas y sociales, en materia ambiental tendríamos una respuesta más acertada y eficiente. A esto se le pueden asociar diferentes proyectos, como una estación de transferencia para las parroquias foráneas o también una planta de transformación de los residuos sólidos en materia prima o en productos ya terminados, para la venta, porque la basura de nosotros también puede ser un tesoro. El próximo vertedero debe ser tecnificado y con un propósito en su vida útil, además de planificar su clausura y transformación en espacio de recreación, como lo dicta la ley en esta materia, esto solo se puede lograr con un proyecto donde todos los niveles de gobierno se comprometan en lograrlo y que, este acuerdo trascienda y venza las fronteras de los cambios de gubernamentales. Los residuos también tienen potencial, pero no se puede hacer de forma aislada, se debe planificar desde el origen de producción de los residuos, hasta la disposición final, teniendo en cuenta que existen ya múltiples experiencias a nivel nacional e internacional sobre esta materia y que han sido exitosas en todo su contexto.
El Municipio que nos merecemos, es donde todos seamos ciudadanos de transformación y de sueños, propositivos en el cambio que debemos generar.
Publicado en el Diario Los Andes de El Vigía el día Martes 20 de Diciembre del 2016 Pág. 06
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